La psicóloga Valentina Mammana ofrece una mirada profunda sobre el Día de San Valentín y aboga para que esta fecha no sea únicamente un recordatorio de la celebración del amor romántico. "Es también una oportunidad para reflexionar sobre la importancia del amor propio como base fundamental para todas nuestras relaciones", afirma.
"El 14 de febrero, conocido como el día de San Valentín, suele estar asociado al amor romántico y a la celebración de las relaciones de pareja. Sin embargo, esta fecha también puede generar presiones y expectativas que no siempre reflejan la realidad de muchas personas. A menudo nos encontramos en una ambivalencia emocional, donde la presencia o ausencia de una pareja puede influir en nuestra percepción del éxito o fracaso en el ámbito amoroso.
En nuestra sociedad, nos vemos bombardeados por mandatos y expectativas sobre la necesidad de corresponder a alguien y ser correspondidos en el amor. Sin embargo, es fundamental recordar que el amor propio es el cimiento sobre el cual se construyen todas nuestras relaciones. Amar y ser amado comienza por nosotros mismos. Es un proceso que implica cultivar la autoaceptación, el autocuidado y la valoración personal.
Es importante desafiar los estándares sociales que limitan el concepto de amor únicamente al ámbito romántico. El amor propio nos permite establecer límites saludables, practicar la autocompasión y fomentar la gratitud hacia nosotros mismos. Al priorizar nuestro bienestar emocional y mental, creamos un espacio para relaciones más genuinas y saludables con los demás.
En resumen, San Valentín no debería ser solo un recordatorio del amor romántico, sino también una oportunidad para reflexionar sobre la importancia del amor propio como base fundamental para todas nuestras relaciones."
Este es un tema que llega mucho a mi consultorio, por eso siempre sugiero algunas cosas que me parecen muy importante tenerlas en cuenta para cultivar el amor propio:
1. Practicar la autocompasión: Recordar que todos merecemos amor y comprensión, es importante aprender a validarnos, a saber que no somos perfectos que como toda persona tenemos luces y sombras y que es importante poder aceptarlas y abrazarlas.
2. Cultivar la gratitud hacia uno mismo: nunca nos olvidemos de reconocer nuestras fortalezas, logros y cualidades positivas, y celebrar quiénes somos individualmente porque de esa manera nos fortalecemos y podemos salir al mundo.
3. Establecer límites saludables: Aprender a decir "no" cuando sea necesario y priorizar nuestro bienestar emocional y mental.
4. Fomentar el autocuidado: Dedicar tiempo para actividades que nos nutran emocionalmente, físicamente y espiritualmente, como la meditación, el ejercicio, la lectura o cualquier pasatiempo que nos haga sentir bien y nos ayude a conectarnos con nosotros mismos.
5. Desafiar los estándares sociales: Reflexionar sobre las expectativas culturales y las expectativas personales que tenemos, las cuales pueden coincidir o no.
Es muy necesario entender que para sentirte bien con vos mismo, primero hay que saber quién sos, identificar y valorar tus fortalezas y debilidades, reconocer lo que te gusta y lo que no, registrar tus limites, escoger tus vínculos, buscar un propósito en tu vida entre muchas otras cosas.
Por Valentina Mammana. Psicóloga clínica (MP 848)
Fotos: Freepick
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